Lic. Gerardo Argueta Saucedo, Cronista del municipio de Acámbaro.
Acámbaro, fundado “a la española” en septiembre de 1526, albergó en dos ocasiones al Ejército Insurgente de Hidalgo durante la lucha por la Independencia Nacional. La primera fue entre el 13 y el 15 de octubre; y la segunda, entre el 21 y el 23 del mismo mes y año.
Primera Visita de Hidalgo
Durante la primera estancia de Hidalgo en Acámbaro, el Cura de Dolores agradeció a doña Catalina Gómez de Larrondo la aprehensión de autoridades Realistas que provenían de la Ciudad de México con rumbo a Valladolid, hoy Morelia. Entre los españoles capturados en una cañada de los poblados de Jaripeo y El Moral –el 7 de octubre-, luego de un breve enfrentamiento, estaban como prisioneros el Intendente de Michoacán, Manuel Merino y Moreno; el Comandante de Armas de la misma Provincia, Diego García Conde, y Diego Rul, Conde de la Casa Rul de Guanajuato, capital de la Intendencia de Santa Fe. El hecho dejó sin resguardo militar y político a Valladolid, lo que así entendió Hidalgo al recibir una carta de doña Catalina Gómez, la rica hacendada de Acámbaro, quien explicó lo ocurrido en apoyo a la causa libertaria. El Cura reorientó entonces la ruta para tomar la Ciudad de México, capital de la Nueva España, puesto que ya no lo hizo por Querétaro sino por la de Acámbaro-Valladolid-Acámbaro, lo que cambió el sentido de la historia regional y nacional.
El día 14 de octubre, Hidalgo en Acámbaro preparó la toma de Valladolid y el día 15, salió con su Ejército hacia esa localidad, capital de la Provincia de Michoacán. La toma fue pacífica y retornó a Acámbaro el 19 de octubre. Ese día en el pueblo de Charo, es alcanzado por José María Morelos y Pavón, el Cura de Carácuaro y posterior “Siervo de la Nación”. Ya en Indaparapeo, el día 20, el Cura Hidalgo comisionó a Morelos para insurreccionar el sur de la Nueva España y le pidió la elaboración de un Plan de Gobierno para un nuevo país.
Segunda Visita del Padre de la Patria
Ya de regreso en Acámbaro, el día 22 de octubre de 1810 en la plaza principal, Hidalgo fue nombrado “Generalísimo de América” por la cúpula del Ejército Insurgente, reunida en Consejo Militar. El pueblo aclamó con entusiasmo la decisión y la jerarquía local de la Iglesia católica organizó una eucaristía con Te Deum en el templo de “San Francisco de Asís”, en honor al “Cura Generalísimo”.
En esta misma fecha y como parte de la re-estructuración del Ejército Insurgente que también la hubo para imprimirle un mayor orden y disciplina, se registraron los siguientes sucesos:
1.- Hidalgo portó por vez primera un uniforme militar,
2.- Se integraron 80 Regimientos de mil hombres cada uno, pues para este momento, el Ejército Insurgente ya reunía a más de 80 mil seguidores en la región del bajío,
3.- La cúpula del Ejército Insurgente recibió nuevos grados, entre ellos, el de Ignacio Allende quien fue investido como Capitán General,
4.- Se hizo una clara separación entre lo militar y lo civil. Hidalgo conservó lo militar y José María Chico, un abogado originario de Guanajuato, fue nombrado Ministro de Policía y Buen Gobierno, lo que hoy sería como un Secretario de Gobernación, y
5.- Antonio Larrondo quedó como autoridad civil del pueblo de Acámbaro. Era hermano de Juan Bautista Larrondo, quien a su vez era el esposo de Catalina Gómez.
Resultado del 22 de Octubre de 1810
Conforme a lo llevado a cabo en Acámbaro en plena etapa inicial de la insurgencia, se materializaron las siguientes acciones:
1.- En la localidad acambarense hubo un Gobierno Provisional,
2.- Se determinó lo militar de lo civil y lo político,
3.- Surgió un Gobierno paralelo al Virreinal que ya tenía casi 300 años en el territorio de la Nueva España desde la invasión y la ocupación que hicieron las tropas españolas que comandó Hernán Cortés,
4.- Acámbaro, el día y las horas del 22 de octubre de 1810, fue la capital de un nuevo país en proceso de formación, y
5.- De manera heroica, el pueblo apoyó con valentía la causa de la Independencia, la idea de recuperar la soberanía del territorio y la autodeterminación como parte integral de la América Septentrional, o mejor aún, de la América Mexicana.
De manera especial, la comunidad surgió como el lugar de la proclamación de Hidalgo como “Generalísimo de América” y el de la obligada re-estructuración del Ejército Insurgente para atender mejor los asuntos de la Guerra, lo que sería la base de una institucionalización del futuro Ejército Mexicano. Por esta condición, la localidad acambarense fue declarada como “Cuartel General” del “Ejército Grande de América”.
El día 23 de octubre de 1810, en la misma plaza principal, el “Cura Generalísimo” emitió un comunicado a la población y al Intendente de Guanajuato, José Francisco Gómez, a fin de informar de lo sucedido el día anterior y de ratificar el anhelo de Independencia para la Nueva España. En el histórico documento, Hidalgo se autoproclama como “Generalísimo de las Américas”, aspecto que le otorgaba una dimensión no sólo nacional sino continental al lado de grandes personajes que en esa época buscaban la emancipación de sus países como José de San Martín, José Antonio Páez, Antonio José de Sucre, Bernardo O’Higgins, Francisco de Paula Santander, Andrés de Santa Cruz y Simón Bolívar.
Hidalgo dejó la plaza de Acámbaro para dirigirse a la Ciudad de México, a la que por razones diversas, nunca ingresó. El 30 de octubre ganó la batalla del Monte de las Cruces, pero el 7 de noviembre tuvo su primera derrota en la batalla de Aculco.
Sin embargo y a pesar de la derrota, el proyecto independentista siguió su curso y el 13 de diciembre de 1810, el Gobierno de Estados Unidos a cargo de James Madison Jr., reconoció al Movimiento Insurgente de la Nueva España. En forma previa, el 16 de noviembre, Morelos dio a conocer el Plan de Gobierno que le encargó Hidalgo en Indaparapeo, el 20 de octubre. Por ello, entre el mismo 13 de diciembre de ese año y el 25 de enero de 1811, Hidalgo fue el Jefe de un Estado en proceso de formación como un “Cura Generalísimo”, único en su tipo a nivel mundial. Tan notable distinción es propicia para que Hidalgo sea hoy acreedor al nombramiento de “Hijo Adoptivo” de Acámbaro y éste lugar al título honorífico de “Ciudad Heroica”, lo que revalora el sentido de pertenencia, identidad y orgullo de ser mexicanos.
Ya para el mes de diciembre de 1810, la Corona Española por medio de Félix María Calleja recuperó una buena parte de los sitios ocupados por Hidalgo en la Intendencia de Guanajuato desde el mes de septiembre, entre ellos, Acámbaro. En este lugar, el brigadier José de la Cruz tuvo a su cargo la tarea de recuperar la plaza y por ello desde Celaya, emitió una proclama para intimidar a los acambarenses y lograr su rendición. Esto desde luego que no ocurrió y José de la Cruz debió cumplir su amenaza. Es así que entre el 20 y el 27 de diciembre de ese año, la localidad fue atacada por el militar Realista. La batalla principal se realizó el 25 de diciembre, el día de la Navidad. En esta fecha, las tropas españolas ingresaron a la localidad y a sangre y fuego lograron someter a los Insurgentes que la resguardaban por instrucciones de Hidalgo. A unos, los hicieron prisioneros y los llevaron a la Ciudad de México; y a otros, los colgaron o fusilaron para escarmiento de la población que no se intimidó y luchó hasta el final.
Entre los capturados estaba doña María Catalina Gómez de Larrondo, la heroína del 7 de octubre de 1810 en la cañada de Jaripeo y El Moral. La rica hacendada fue trasladada a la Ciudad de México en donde permaneció encarcelada hasta el término de la Guerra por la Independencia en 1821.
Es de mencionarse que los hechos registrados en Acámbaro en octubre y diciembre de 1810, confirman tanto la heroicidad del pueblo que respaldó la causa independentista como la figura de Miguel Hidalgo y Costilla, quien en esta plaza enarboló el estandarte de la Virgen de Guadalupe como bandera del movimiento libertario y sentó las bases del inicio de la destrucción del Gobierno Virreinal, cuyo origen desde 1519 siempre fue espurio con Hernán Cortes.
Ya para el 21 de marzo de ese año en Acatita de Baján, los revolucionarios fueron traicionados y hechos prisioneros. Hidalgo es trasladado a Chihuahua en donde es juzgado militar y eclesiásticamente y fusilado el 30 de julio de 1811. Tenía 58 años de edad.
Hidalgo, Benemérito de la Patria
Una vez consumada la Independencia Nacional, el 19 de julio de 1823 el Congreso Mexicano declaró “Beneméritos de la Patria” en “Grado Heroico” a Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez. Hoy en día, en México existe el Estado de Hidalgo en memoria del héroe; y la localidad de Dolores, en el Estado de Guanajuato, tiene el título de “Cuna de la Independencia Nacional”.
Los restos mortales del “Cura Generalísimo de América” reposan en la cripta de la columna del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.
Catalina Gómez, la heroína acambarense del “7 de octubre de 1810”
Miguel Hidalgo y Costilla, hoy “Hijo Adoptivo” de Acámbaro