A 13 años de la tragedia en Pasta de Conchos, madre espera restos de su hijo

Agencia Notimex

Múzquiz, Coahuila.- Doña Juanita Ordóñez Martínez sigue sufriendo su dolor por la pérdida de su hijo, José Alfredo Ordoñez, quien fue uno de los 65 mineros que fallecieron tras una explosión en la Mina de “Pasta de Conchos”, el 19 de febrero de 2006.

Es una madre soltera y actualmente se desempeña como paqueterita en una tienda de conveniencia en la pequeña y pintoresca población de Palaú, ubicada a unos 25 kilómetros de donde ocurrió la tragedia. En entrevista con Notimex, comentó afligida que le gustaría que le entregaran los restos de su hijo, “pos para saber uno a donde ir a dejarle las flores, porque orita que va, que esto y que el otro”.

“A donde voy a dejarle (flores), si yo no lo tengo, yo no tengo a dónde irle a dejar el ramito de flores”, exclamó. Y siguió: “Ya nomás en mi casa, en un rinconcito, ahí le prendo su veladora, duré mucho tiempo prendiéndole su veladora, nomás que como yo me quedo acá con una hija mía, pues ya no le prendo”.

La vigorosa mujer, de 68 años, sostuvo que “ no se nos olvida, no se nos olvida”, mientras revive en su memoria la tragedia ocurrida hace 13 años en la Mina de Pasta de Conchos donde murieron 65 mineros y cuyos restos quedaron atrapados en el lugar. Mencionó que José Alfredo, de 25 años, al morir atrapado en la mina, trabajaba como auxiliar en labores de mantenimiento en dichas instalaciones y dejó a dos niños en la orfandad.

El pasado 1 de mayo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que retomarán los trabajos de excavación para recuperar los cuerpos de los mineros que aún permanecen en el sitio del siniestro, “para satisfacer el anhelo más entrañable de sus familias”

Al respecto y ante la visita de López Obrador a estas tierras de la metalurgia, doña Juanita manifestó que “sí he oído platicas”, pero mencionó que no fue convocada por ningún grupo de madres que también perdieron a sus hijos en el fatídico accidente.

Comentó que mientras, a su nuera le entregaron la indemnización por la muerte de José Alfredo, refirió, “a mí lo único que me ayudaron fue con la casita nomás, y hasta eso mal hecha, porque vaya a verla cómo está”.

A poco menos de un kilómetro de la charla de la paqueterita con Notimex, se encuentra un altar de una veintena de cruces que conmemoran a los 65 mineros que perecieron en la mina de tierras coahuilenses. Tienen como fondo la maleza y las instalaciones de la Universidad Técnica de la Región Carbonífera (UTRC), ubicada en las inmediaciones que unen a los pueblos de San Juan de Sabinas y Palaú, en la zona Carbonífera de la entidad.

Ya son 13 años de la lamentable tragedia en la mina

 

A los mineros muertos, se rinde un homenaje con un monumento

Aún sin cuerpos de los fallecidos, éstos son insepultos